Partiendo de la base que no existen unos parámetros objetivos de lo que significa un cuerpo estético, sí creo que cada uno tiene un ideal de cómo le gustaría lucir. Y aunque En la época del body-positive está un poco estigmatizado promover la búsqueda de un físico atractivo, yo creo que lejos de ser un objetivo banal, acercarnos a nuestro ideal de belleza tiene múltiples beneficios, incluyendo un impacto notable en tu rendimiento en las mesas.
Te explico el por qué
- Aumento de confianza: Sentirnos bien con nosotros mismos y con nuestra propia apariencia aumenta nuestra autoestima, la capacidad de valorarnos y aceptarnos. Cuando te cuidas (espiritual, mental, física o estéticamente) te estás mandando un mensaje claro: eres importante para ti.
- Una mayor autoestima repercute directamente en nuestra autoeficacia (las creencias que cada individuo tiene acerca de sus propias capacidades para realizar algo). Ver que nos acercamos a un objetivo, sea el que sea, impacta superpositivamente en la percepción de nosotros mismos. Y esto se traduce en una mejor toma de decisiones y en un enfoque más positivo durante las actividades.
- Estilo de vida saludable: Mejorar estéticamente a menudo es (o debería ser) el resultado de estar implementando hábitos saludables (ejercicio, buena alimentación). Estos hábitos no solo mejoran la apariencia física, sino que también aumentan la energía y la concentración, además de requerir una disciplina que podremos extrapolar a muchas otras áreas.
- Efecto Psicológico: La mejora estética puede estar asociada con una mentalidad orientada a la responsabilidad. Al cuidar tu apariencia refuerzas tu compromiso con tus objetivos y aspiraciones.
- Reducción del Estrés: cuando minimizas la disonancia entre el cuerpo que tienes y el que te gustaría tener el resultado es más Bienestar General: cuidar de uno mismo estéticamente puede ser una forma de autocuidado que reduce el estrés y mejora el bienestar emocional, lo que a su vez permite un mejor rendimiento en cualquier actividad.
En resumen, mejorar estéticamente no solo afecta cómo te ves, sino también cómo te sientes contigo mismo, ergo a tus emociones y decisiones. Esta transformación conlleva un aumento en la confianza, motivación y bienestar general, lo que se traduce en un mejor rendimiento en diversas áreas de la vida, incluyendo una actividad tan competitiva como el póker.
¡Para profundizar sobre cada uno de estos aspectos nos vemos el último miércoles de cada mes en MentoPerformance!