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Programados para cagarla

12/02/2025

La toma decisiones y la psicología conductual llevaron a Kahneman a ganar un premio Nobel en 2002. Sin embargo, en 2017 él mismo reconoció públicamente que parte de sus conclusiones publicadas eran erróneas, había confiado demasiado en estudios poco representativos - ¿quizás buscando evidencia que apoyase la tesis que pretendía defender desde un principio? Paradojas de la vida, el ganador del premio más prestigioso del mundo publica un paper sobre sesgos cognitivos siendo víctima de sus propios sesgos.

¿No es maravilloso?
En cualquier caso, reconocer un error nunca es fácil, más aún cuando eres una eminencia científica cuyo trabajo es diseccionado públicamente. Esta humildad intelectual sí es en mi opinión merecedora de reconocimiento.

Qué son los sesgos cognitivos y cómo nos afectan

Siempre digo que hay que aprender de los errores, evitar el miedo a hacer cosas solo porque existe la posibilidad de fracasar. Suena bien. Cometer errores para aprender, pero nunca el mismo dos veces. Pues bien, a veces lo cometo dos y tres y…básicamente hay errores que parece que no puedo dejar de cometer.

A estas alturas todos sabemos que debemos ver los errores como oportunidades de aprendizaje, pero esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo. La realidad es que algunos errores están afincados en nuestro cerebro. Estamos programados desde el nacimiento para tomar atajos cognitivos, para dar saltos rápidos en nuestro proceso de pensamiento que a menudo nos hacen tomar juicios equivocados, y aún peor, tomar malas decisiones.

Independientemente del nivel intelectual nadie se libra de verse afectado por prejuicios y sesgos cognitivos. La explicación se haya en la manera cómo funciona nuestro cerebro, te lo explico con esta metáfora que me encanta:

El jinete vs el elefante

A grandes rasgos cerebro se divide en dos partes:

  • El sistema límbico: donde se originan las emociones y muchos de los instintos que compartimos con otros animales. Es nuestra parte más salvaje e irreflexiva, pero también intuitiva, y nos ha permitido sobrevivir como especie a lo largo de los años. Metafóricamente hablando podríamos referirnos a él como un elefante.
  • La corteza prefrontal: es el cerebro racional y lo que nos diferencia del resto de animales. La evolución de este trozo de materia gris nos permite pensar más allá del aquí y ahora, del mismo modo que nos es útil para controlar los impulsos y planificar a largo plazo. Es el jinete racional y reflexivo que debe encarrilar al impulsivo elefante.

Como podéis imaginaros domar a un elefante no es tarea fácil. Más aun cuando a nuestro cerebro no le gusta el esfuerzo, sino todo lo contrario: tomar decisiones cómodas en piloto automático, ¡dejarnos llevar por las emociones del momento es de lo más gratificante a corto plazo!

No hay que anular al elefante impulsivo, irracional, y lleno de prejuicios y sesgos cognitivos, pero sí saberlo controlar cuando sea necesario.

La pregunta del millón

Si los sesgos nos llevan a tomar tantísimas decisiones erróneas, ¿por qué existen y no nos hemos deshecho de ellos a través de la evolución? 

La realidad es que pueden llegar a ser muy efectivos. Durante la mayor parte de la historia la supervivencia dependía de tomar decisiones rápidas con información limitada. Cuando no hay tiempo de analizar lógicamente todas las posibilidades los sesgos pueden salvarnos la vida. 

Tener el impulso de salir corriendo cuando ves algo largo y ondulado en el suelo es un mecanismo automático muy eficaz, si decides tomarte el tiempo suficiente para que tu cerebro determine si lo que avistó es realmente una serpiente venenosa o se trata de una cuerda tal vez ya sea demasiado tarde. ¡Punto para el elefante!

Y es que los sesgos resultan muy útiles ya que nos permiten tomar decisiones con un mínimo esfuerzo, de no ser por estos atajos el cerebro terminaría exhausto de tener que tomar un sinfín de decisiones de manera consciente. Sin embargo, funcionar en modo “piloto automático” (en el que tomamos decisiones de manera inconsciente e involuntaria) aunque es un buen ahorrador de energía implica que no siempre tomamos decisiones bajo un razonamiento lógico y racional. 
Gracias a los sesgos inconscientes podemos salvar nuestra vida en caso de necesitarlo, pero es también por culpa de los sesgos que tendemos a proyectar erróneamente, encasillar, estereotipar y discriminar.

El entorno actual requiere un proceso de toma de decisiones complejo, y estas decisiones están afectadas por factores inconscientes y que afectan a todas las áreas de nuestra vida: desde la salud y la educación, a la economía o la justicia….y obviamente también en el poker.

Si te apetece profundizar más sobre cómo es el proceso de toma de decisiones, algo que sin duda afecta a nuestros hábitos de vida (desde el deporte, la nutrición, el descanso o el aprendizaje) nos vemos en MentoPerformance!

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